Hay sonidos que nunca se olvidan.
Tu voz por ejemplo,
Tu voz mientras recitas un poema dedicado a mí,
Tu voz mientras me cantas algo,
Tu voz mientras pronuncias las 2 palabras…
Y hay silencios que valen más que estas voces.
Silencios de besos y de miradas que dicen todo.
Silencios que acarician y tranquilizan.
Silencios que, pronunciando tu nombre, se callan.
Lasă un răspuns